El coronavirus no es mentira, existe y viene extendiéndose inevitablemente por el mundo a pesar de las medidas para tratar de detenerlo.
Señores, no es mas que una enfermedad más y que de seguro algunos serán afectados (Dios nos ampare y proteja nuestras familias, amigos y conciudadanos) tan igual como cualquier otro problema de salud; donde sucumben los más débiles.
Primeramente hay que tomar las medidas de siempre, ya re que te conocidas: Buena alimentación, buen descanso (dormir sus 8 horas por lo menos) ingerir vitaminas y minerales para complementar la dieta, ejercicios saludables, lavarse las manos siempre, saludar con gestos, cubrirse al toser o estornudar, buena hidratación, vigilar sus enfermedades si las tiene, ir al médico, cumplir con sus terapias medicamentosas, consultar al farmacéutico sus dudas.
Pero sobre todo, viva sin miedo, sí, con precauciones, pero no con temor. Vivimos el tiempo que tiene que ser, como creyente en Dios, simplemente hay que estar preparado para cuando llegue el momento que puede ser ahorita, mañana, en 5 años o en 100 mas, no se sabe.
Mientras, la vida continúa y nosotros tenemos que seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: Trabajar y luchar por un mejor mañana, por un mundo libre de corrupción, de juega vivos, de maldad, de tanta violencia. No nos podemos detener, hay que continuar la búsqueda de un mejor mañana para tratar de dejarle un mejor futuro a nuestros hijos y descendencia, para eso hay que seguir trabajando, educándonos y transmitiendo esa educación, así llegará el día en que contemos con mejores políticos, con empresarios más comprometidos con sus trabajadores, con profesionales amantes de sus labores y con ciudadanos respetuosos de las leyes y costumbres de cada quien.
Con coronavirus o sin coronavirus... la vida continuará.
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